lunes, 31 de octubre de 2011

Los textos argumentativos

Son aquellos organizados con la pretensión de convencer (de influir en su pensamiento, e incluso, de hacer cambiar de actitud) al receptor, mediante una serie de razones o argumentos, de las opiniones o tesis sostenidas por el autor.

Todo texto argumentativo tiene un carácter dialógico, es decir, presupone un diálogo del autor con el pensamiento del receptor del cual se pretende transformar su opinión (tesis y argumentos, por un lado; antítesis y contraargumentos, por el otro). Es evidente pues, la necesidad de tener en cuenta al destinatario (identificarlo, conocer sus gustos y valores, prever su opinión...) para seleccionar los argumentos o premisas más adecuados y eficaces, y para contra argumentar (exponer razones que contrarresten o invaliden los razonamientos ajenos previos).

Las situaciones más usuales en las cuales se suele emplear los textos argumentativos son:

a.     Situaciones de carácter interpersonal: vida cotidiana (discusión entre dos personas con diferente punto de vista), entrevista laboral, etc. Se caracterizan por la utilización de un discurso poco planificado.
b.    Situaciones de carácter social: cartas al director, artículos de opinión, manifiestos, anuncios publicitarios, debates, mesas redondas... Emplean un discurso más planificado y estructurado, con una gramática más elaborada y precisa.
c.      Situaciones técnicas: ámbito científico, jurídico y administrativo. (artículos de investigación, tratados, instancias, alegatos, sentencias, demandas...). Usan estructuras muy formalizadas, es un discurso técnico.
d.    Situaciones académicas: los exámenes, informes, trabajos académicos...

Características de los textos argumentativos

a.      Los temas son controvertidos y polémicos, es decir, tiene defensores y detractores con posturas enfrentadas.
b.     Como siempre existe una tesis que se quiere defender o rebatir, podemos encontrar en estos textos:
ü  Argumentación positiva: el emisor argumentador aporta argumentos que apoyan su tesis (postura positiva o de prueba).
ü  Argumentación negativa: se ofrecen razones que refutan o rechazan argumentos contrarios al propio punto de vista (postura negativa o de refutación).
ü  Postura ecléctica: se aceptan algunas razones ajenas (concesiones) y se aportan argumentos propios.

c.     Son textos muy pragmáticos, en los cuales se seleccionan aquellos argumentos que son más eficaces para convencer al receptor y defender la tesis.
d.    El orden de los argumentos es jerárquico partiendo de los más contundentes y convincentes a los menos.
e.     La estructura no sólo presenta de una forma clara la tesis, sino que además, pretende mostrar la defensa argumental.
f.     Los conectores argumentativos más usuales son: por lo tanto, sin embargo, por el contrario, en consecuencia, con seguridad, a todas luces....
g.    Frecuentemente estos textos incluyen fragmentos de textos expositivos (informes, estudios, datos, publicaciones,...) para reforzar la validez de la tesis.

Estructura de los textos argumentativos
Basan una parte importante de su efectividad en la buena organización de las ideas con las que se pretende
Convencer o persuadir. La estructura más habitual fue establecida ya en la Antigüedad por la retórica clásica:

1.     Presentación o introducción
Tiene como finalidad presentar el tema sobre el que se argumenta, captar la atención del destinatario y despertar en él el interés y una actitud favorable.

2.     Desarrollo de la tesis
El núcleo de la argumentación es la tesis, la cual puede aparecer al principio o al final del texto, y es la postura mantenida y defendida por el emisor.

Hemos de tener presente que una tesis, puede ser tanto una hipótesis científica, como una opinión subjetiva. Así mismo recordar que, argumentos válidos son todos aquellos capaces, bien de demostrar la validez de la tesis, bien de convencer al receptor, ya sean: datos objetivos, afirmaciones científicamente demostrables, o apelaciones a sentimientos, tradiciones.

3.     Cuerpo argumentativo y antítesis
Una vez expuesta la tesis, empieza la argumentación propiamente dicha, que consiste en aportar argumentos para probar o apoyar la tesis (argumentación positiva), para refutar las tesis contrarias
(Argumentación negativa), o admitir algún argumento contrario (concesión) para contra argumentar (postura ecléctica). Con el objetivo de lograr persuadir al receptor, el emisor puede desplegar una serie de técnicas o estrategias argumentativas, entre otras:

a.     Criterio de autoridad. Mención o cita de las opiniones o argumentaciones de reputados y conocidos autores, estudiosos, o científicos... (como afirma Aristóteles, el propio presidente del gobierno dijo)
b.    Recurrir a los lugares comunes o tradición (topos). Sería hacer referencia a verdades evidentes o establecidas como verdaderas, bien por el sentido común, bien por demostraciones científicas, bien por no haber sido refutada,... (como todo el mundo sabe, indiscutiblemente, evidentemente,...)
c.     Apelación a la vivencia personal. Son aquellos argumentos extraídos de la propia experiencia del emisor.
d.    Uso de datos objetivos. Aprovechar estudios, datos, cifras, informes, teorías,... que puedan reforzar nuestra tesis.
e.      Ejemplificaciones, comparaciones y analogías. Que permitan ilustrar, facilitar la compresión, y aproximar la tesis al receptor.
f.      Anticipación a las posibles antítesis. Anticiparse a las posibles críticas o antítesis, y refutándolas para evitar o dificultar una contra argumentación.

4.     Conclusión
Se recuerda al interlocutor la tesis, las partes más relevantes de lo expuesto y se insiste en la posición argumentativa adoptada. En las argumentaciones, sobre todo en las escritas, podemos diferenciar tres tipos de estructuras:

ü  Estructura deductiva. Presenta una orientación demostrativa: se parte de la tesis, se sigue el desarrollo de los argumentos y se finaliza con la conclusión.
ü  Estructura inductiva. Se parte de la presentación de una serie de argumentos y, tras análisis y razonamientos variados, se llega, a modo de conclusión, a la tesis que se infiere de dichos argumentos.
ü  Estructura mixta. Contiene a la vez elementos de las anteriores: se formula al principio la tesis, se muestran hechos, casos o razonamientos que la confirmen y, al final, se repite la tesis, casi siempre con alguna variante a modo de conclusión.

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